ROQUE ORTEGA MURILLO "Caminante, no hay camino
se hace camino al andar
Al andar se hace camino"
Antonio Machado
Resulta muy fácil para aquellos privilegiados que reciben
millonarios sueldos de parte del Estado, o los otros que poseen la fortuna de
ser acaudalados y poder hacer la cuarentena religiosamente en sus lujosos
apartamentos o en sus fincas de veraneo. Pero la mayoría de la población de
este país no está empleada, viven del rebusque y además no cuenta con esas
dispensas que les permita darse el lujo de cumplir el confinamiento sin tener
que pensar, que lo van a desalojar donde viven en arriendo, en tener que pagar
los servicios públicos; o reventarse el alma para conseguir el alimento. Ese
acto sagrado de comer que muchos seres en el planeta no tienen esa opción. Cabe
recordar que en el mundo mueren
diariamente ocho mil quinientos niños en por inasistencia alimentaria.
Nuevamente nos volvieron a extender la cuarentena y como se
van desarrollando los acontecimientos no hay duda, que la pueden prolongar aún
más tiempo. Aquí se pudo evitar esta situación sí se hubiesen tomado las
medidas preventivas en el momento en que Europa y los EE. UU, sufría los
estragos del COVID-19. “Ahora nos han hecho creer que con estas medidas
represivas nos quieren cuidar, sobretodo que esas ayudas llegan parcialmente a
la población” y como dicen los habitantes de esas localidades de los trapos
rojos: "Aquí, sólo llegan falsas promesas".
Ellos tienen la fuerza del Estado para amedrantar, nosotros
no. A quien le reclamamos los billones de millones que se ha robado vilmente la
clase política colombiana, y que en plena panmiedo siguen saqueado las arcas
del erario, mientras que, los entes de control e investigación son inoperantes,
funciona sólo para jodernos a los más pendejos, a los poderosos no los
investigan; reina la impunidad. Estas castas políticas mafiosas continúan
llenando sus arcas y aquí no pasa nada. Tristemente en el país, especialmente
la costa ha hecho carrera la expresión: “Noooojoda que roben, pero que hagan algo”
Aquí no funciona la salud, ni la justicia, vivimos en un
Estado fallido en donde el pensamiento godo de la clase política no ha permitido
que nos desarrollemos hacia país moderno, más equitativo y menos excluyente.
Ahora nos pretenden cuidar, para tapar la inexistencia de un servicio de salud,
que no tiene políticas públicas de prevención, ni de atención, en donde a los
médicos en muchas poblaciones, llevan años sin recibir el salario y a los que
trabajan en clínicas privadas son tratado indignamente, trabajan con unos
turnos inhumanos y unos sueldos miserables.
Los medios ensalzan la labor de la Alcaldesa de Bogotá,
madurándola como futura presidencial, ella también ha usado el miedo y se ha
revestido de autoritarismo para manejar la crisis que ellos mismos han generado
con sus políticas represivas. Un líder no está para generar pánico, un gran
líder debe llevarle confianza, y seguridad su pueblo. Vemos como Claudia López micrófono
en mano sale por los barrios que, se encuentran en zona de alerta naranja amenazando a sus habitantes con
prohibirle salir a trabajar para evitar la propagación del contagio, igualmente
advierte con suspender el servicio de transporte masivo, como si la alcaldía
asumiera la manutención y pagos de los
arriendos, solo la localidad de Kennedy habita casi dos millones de seres, ante
la circunstancia la comunidad manifiesta
que prefieren morir de CORONAVIRUS, que morir de hambre.
Por otro lado, el Presidente Iván Duque, aprovechando que el
Congreso esta sesionando a medias, y en la virtualidad, se ha revestido de
mayor poder debido a la Emergencia Económica y Social, por lo tanto, no le está
ejerciendo un control político, y detrás de un programa de televisión diario,
para sacar decretos que favorecen a la banca y los macro empresarios. lo que se ha visto es que el Congreso se ha
debilitado frente al poder del Ejecutivo. Sí no te vigilan, tienes el camino
expedito para instaurarse una dictadura democrática. Y critican al castro
chavismo. “Como dicen los viejos barranquilleros a esto se lo llevo pindanga”
No solo los venezolanos se están devolviendo para su terruño
a pies, caminando miles de kilómetros, también lo hacen un centenar de
provincianos, especialmente costeños que se han visto abocado en salir de
Bogotá a pata limpia y otros en bicicletas, porque han perdido sus trabajos y
los arrendatarios les ha desalojados, a pesar que el gobierno prohibió esa
medida. Las autoridades no penalizan, ni tampoco les soluciona la vivienda a
los expulsados. ¿Dónde están las ayudas para estos compatriotas? que han desafiado la inclemencia de la
carretera y el clima para tratar de llegar a donde sus familiares, mientras
tanto el señor Presidente se entronizó en el programa de televisión, que emite
todos los días para hablar de cómo está manejando al COVID-19; puro sofisma de
distracción. Se necesitan acciones
sencillas, de sentido común, en cambio, vilmente embarcó a miles venezolanos en
flotas para que se devolvieran para su país.! Qué pena, así, no se trata a un
pueblo hermano ¡Muy a pesar que este gobierno ha recibido millones de dólares
con el propósito de mitigar esa crisis migratoria!
Por otro lado, mientras la Corte Constitucional le lanza un
Salvavidas a Felipe Arias, el gobierno de Duque tiene listo el decreto para
suspender la prima de junio, el anunció lo hizo el Ministro de Economía Alberto
Carrasquilla a la revista Dinero. Finalmente cedieron a las presiones de los empresarios.
Otros miles de empleados fueron despedidos, otros los mandaron a sus casas, sin
vacaciones remuneradas. Mas, sin embargo, los funcionarios de gobiernos y los
congresistas, ellos si recibirán sus primas y sus salarios completos, como
siempre lo ancho para ellos y lo angostos para los de a bajos ¡Vaya solidaridad
¡
Entre tanto, 24 líderes sociales han sido asesinados durante
la cuarentena según informe presentado por El Instituto de Estudios para el
Desarrollo y la Paz (INDEPAZ). Este año han asesinado a 101 líderes sociales y defensores de derechos
humanos, a ocho familiares o personas relacionadas con los líderes y defensores
y a veinte cinco personas firmante de paz del acuerdo de paz. Lo que estamos
observando es que las medidas del confinamiento para evitar la propagación del
COVID-19 se ha convertido en la excusa perfecta para matar y someter a los
indígenas, afrodescendientes, campesinos y sus dirigentes para apoderarse del
territorio.
Igualmente, la minería y el tráfico ilegal de a madera se
siguen explotando indiscriminadamente de la cuenca hidrográfica del río San
Juan, en Chocó. Arnold Rincón, director
de la Corporación Autónoma Regional del Chocó, desesperadamente alerto a las
autoridades, pidiendo ayuda para evitar que se siga movilizando madera de forma
ilícita e impedir contrarrestar la legalización de ese producto. ¡Señor
presidente! Déjese de tanto show en televisión e intervenga, gobierne, defienda
nuestros recursos y la vida de los líderes sociales y de derechos humanos. No
sé de tanta chapa, no gaste miles de millones en estrategias para mejorar su
imagen. No, mienta más, haciéndose el tonto, “Usted no sabía de las chuzadas
que estaban cometiendo algunos miembros del flamante Ejercito Nacional”, como
todo de la ñeñe política fue a su espalda. ¡Que buen alumno resultó de su jefe
¡
Señor presidente no más espectáculo televisivo y
militarización, para enfrentar al COVID-19, a los pueblos indígenas los han
desprotegidos, al igual que a la mayoría de la población de escaso recursos y a
los micro empresarios, triste lo que está pasando en la Amazonía, en donde los más
afectados son los indígenas, que representan el 70 por ciento de la población
de ese departamento y que ya anunciaron que están en riesgo que allí suceda un
genocidio. Sí en las grandes capitales no hay cobertura hospitalaria,
imagínense en una región donde la gente vive hacinada, donde los centros de
salud no están equipados, cuenta una médica rural Erika Buritacá, al diario el
Espectador: Estoy viviendo en la Chorrera, una vereda de la a Amazonía. “Aquí
hago mi año de servicio obligatorio y lleva cinco meses”. “En el centro de
salud somos cuatro profesionales, una enfermera jefa, un bacteriólogo, una
odontóloga, la médica y cuatro auxiliares de enfermería, una vacunadora, el
personal de manteamiento y yo” ¡Solo contamos con una sala de hospitalización en
pésimas condiciones y cinco camas para pacientes” ¡Qué fácil resulta para los
señoritos en Bogotá gobernar desde una flamante oficina y mandar a confinar a
una comunidad en la selva en donde el Estado no tiene presencia¡ ¡Qué fácil
para aquel que no tiene que partirse la vida, el corazón y su alma para medio
subsistir¡. Sí los Nukak, estaban en vía de extinción, con esta situación de emergencia
sus días estarán contados.
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