ROQUE ORTEGA MURILLO
Antes del fin, es el título de las
memorias escrito por Ernesto Sábato y publicado en 1998, por el grupo Editorial
Planeta/ Seix Barral. Sábato, novelista, ensayista, científico y pintor nació
en Rojas, provincias de Buenos Aires en 1911, licenciado en Física y
Matemática, entre sus obras destacada, sin duda las mas importante el
Túnel en (1948), Sobre héroes y tumbas en (1961), Abaddón el exterminador
(1974), premiada en París como la mejor novela extranjera publicada en Francia
en 1976.
Es una obra escrita de lo más
profundo del corazón de Ernesto, donde plasma la sabiduría de
la ancianidad, y la experiencia como escritor y persona; dejando un legado
espiritual, especialmente para los jóvenes que navegan en un mar de
incertidumbre y desespero.
En el primer capítulo,
nos relata las pericias de su niñez marcada por la melancolía y la
soledad, recordando con añoranza los juegos infantiles que dejaron huella
imborrable como la llegada de los Reyes Magos, lo que alimento la magia de
sus fantasías, sin duda, la época donde fue feliz, era en la navidad.
Relata cómo se fue sensibilizado con los desprotegido, y ello lo llevo
hacer militante del partido comunista a penas con dieciséis años, actividad que
lo convirtió en un perseguido político y que más tarde termino divorciándose de
ese ideal de cambio social, esa situación que lo llevo desilusionarse y
volverse enrolarse con el anarquismo.
Igualmente narra la crisis
existencial que vivió cuando tuvo que abandonar la ciencia y dedicarse a
la vocación del arte, decisión que fue apoyada de manera humilde y estoica por
Matilde, la esposa que le acompaño a concretizar sus ideales de escritor, a
pesar que Ernesto abandono una vida de comodidades por una de penuria, con el
solo propósito de realizar sus sueños en el arte. Ella fue su apoyo permanente,
su amor incondicional.
En esta primera parte comienza a dar
claves a los jóvenes como encontrar en la lectura el gran tesoro del saber, el
arte como una manifestación de resolver sus contradicciones, luchar por un
ideal, además manifiesta que el arte alimenta el espíritu y hay que vivir con
pasión para cumplir las metas. Además en todo el libro nos habla de la devoción
y el aprecio por la amistad, un sentir que debemos rescatar de corazón.
La segunda parte del
libro relata como el desarrollo económico ha conducido a la
humanidad a una crisis espiritual y metal, donde el capitalismo salvaje ha
llevado a millones de personas a vivir miserablemente. De continuar así dice
Sábato vamos caminos a la destrucción, sufre de ver como miles de jóvenes
deambula sin esperanza atrapados en la droga, la prostitución y el alcoholismo.
Desesperadamente implora para que esos muchachos no resuelvan sus problemas con
el suicidio; antes por el contrario incita a construir ideales sustentados por
la pasión y el amor.
Igualmente la obra destaca
esos ejemplos de seres humanos que son capaces de realizar locura por
amor, como la señora que se escapó del hospital psiquiátrico y luego robó una
locomotora para ir en búsqueda de su amado. Y sentencia ese tipo de acto
podemos encontrar la solución.
La última parte es conmovedora y
desgarradora, implacablemente Sábato describe la angustia de su soledad, de la
perdida de la visión y como en su habitación el recuerdo de Jorge y Matilde,
sus seres amados lo postran en la nostalgia y además se despoja de la soberbia
del machismo y le pide perdón a su esposa ausente, por lo ruin que se portó,
actitud difícil asumir por nosotros en la vida.
A pesar que la mal llamada
muerte y la abrumadora nostalgia que lo acongoja apuesta por los jóvenes,
quienes con sus cartas recibe los más preciado aliciente para seguir
creado hasta el final. Cultivar la solidaridad y la entrega por el otro,
abrazarnos en una comunión entre los hombres: la nobleza sería la fórmula para
recuperar el paraíso perdido. No podemos hundirnos en la depresión, la vida y
el mundo tienen que defendedlo, es su misión.
Indudablemente, Sábato escribe un
testamento en donde cada página de una manera amena y sencilla relata los
acontecimientos que marcaron su vida, mostrando la pasión, sus conflictos
existenciales, el altruismo por la humanidad y la entrega por el arte, donde
finalmente él es consciente que su hacer en la vida fue la pintura, su primer
encuentro con la niñez fue las arte plástica; curiosamente en la vejez, es lo
que más ejerce, pintar.
Antes del fin, no solo es final de
Ernesto, es la radiografía fehaciente que el planeta y esta especie van en vías
de extinción y que como dice Gabito, es compromiso de la humanidad
salvar la humanidad.
Esta maravillosa obra, es un
testimonio conmovedor enmarcado dentro de la corriente filantrópica
del humanismo sanador, en donde conjuntamente se emprenda una vocación sanadora
y artística del ser.
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