A quién no se le agua la boca viendo a un pelao comerse un mango biche?. Por lo menos a mi me suele suceder cada vez que observo saborear placenteramente esa deliciosa fruta. Además evoco los recuerdos de estudiantes en la primaria y el bachillerato en la época que en clases se armaban guerras con pepas de mangos mientras el profesor explicaba cualquier tema; en muchas ocasiones fue víctima de esos proyectiles.
Son muy asiduas consumidoras de esta fruta en estado verde la mayoría de las mujeres embarazadas, es un su antojo favorito. Igualmente , los niños y adolescentes comen desaforadamente mango biche con sal como pasa boca que muchos consumen clandestinamente porque los padres muchas veces lo prohíben con el argumento que provoca anemia y dolor de estomago.
Es costumbre de las abuelas en la Costa Atlántica estar atentas observando el comportamiento de sus nietas y familiares después de que se pasan las fiestas de carnavales, once de noviembre y fiesta de corralejas; pillarlas con un mango biche en la mano, inmediatamente sentencian: ¡Carajo, Julieta está preñaá¡. Así que la manga, como se le conoce en Malasia, de donde probablemente es originaria, se constituyen en una de las frutas favoritas de los muchachos, todos sucumben ante de su seductor sabor. Cabe acotar que el pueblo paisa acompaña sus guaros con picadas de mango verde y en el Caribe colombiano son famosos los rajuñaos o dulces en época de Semana Santa.
El mango es un árbol elevado, muy frondoso que nunca pierde del todo su follaje; se torna verde y sus ramitas terminales permanecen mucho tiempo unidas. Esto hace que la sombra sea muy fresca. Es por ello que en la ciudad de Valledupar tiene sembrados en sus casas mínimo dos palos, al igual que sus calles y avenidas son engalanadas con estos frutales para mitigar el fuerte calor de esa región.
En Colombia se cultiva en climas templados y calientes. Su fruto es grande, carnosos, oblongo, cordiforme y torcido en el ápice en muchas variedades, con hueso de ordinario aplanando. Los mejores mangos se producen en la isla de Mompox, en Remolino cerca a Barranquilla, en Ciudad Antioquia, en Gaira y Ciénaga, Valledupar y Mariquita Tolima.
El mango es un fruto agradable que contiene fósforo, hierro, proteínas, e hidratos de carbono. Según el sacerdote Enrique Pérez Arbeláez, prestigioso investigador de la flora colombiana, la decocción de la raíz es diurética y su tintura cura al carate; las semillas son astringentes y los cogollos sirven para enfermedades pulmonares, la resina se utiliza para curar aftas y ampollas en las encías y los labios; las hojas masticadas fortalecen los dientes; también se extrae clorofila usada hoy en los dentífricos, consumido maduro con cáscara sirve estreñimiento.
Según la Medicina Tradicional China, la nutrición depende energéticamente más de los sabores y colores. Es así como cada órgano y víscera acoplados son nutridos por un sabor y color específicos. Por ejemplo, las funciones del bazo-páncreas y el estómago están condicionadas por el dulce, e insípido y el amarillo. El hígado y la vesícula biliar son nutridos por el verde-azul y el sabor ácido.
Este postulado energético es la razón por la que sabiamente, los niños y los jóvenes consumen el mango biche, que es de color verde y de sabor ácido. Lo que ocurre es que en la edades que oscilan entre 7 y 16 años, estos órganos se encuentra en máxima actividad y el cuerpo mismo pide el sabor que lo nutre. Es el periodo en donde los pelaos viven la máxima expansión y crecimiento, parecen vientos huracanados, producto de la primavera, estación que de acuerdo con los cinco reinos mutantes, corresponde a la madera y está representada por el hígado y la vesícula biliar.
El consumo de mango verde con sal, en pequeñas proporciones, dosificadamente, nutre con sus sabor ácido y el color verde, al hígado y la vesícula biliar y con la sal, tonificamos el órgano riñón y su acoplado, la vejiga.
Si observamos a los niños, descubrimos que ellos nos proporcionan sabiduría a cántaros. Por tal motivo sigo imitando sus acciones tales como la de comerme un mango biche con sal y pimienta, para de paso tonificar el pulmón-intestino grueso. Envidia de los adultos…
Por Roque ortega Murillo.