Caminaba por el parque donde los árboles danzaban con un
viento suave, y la fragancia de las flores invadía mi sentir. Me quede sentado
en un tronco de eucalipto, extasiado contemplé los rayos del sol que caían como
lluvia de colores en medio del follaje de los árboles. De repente apareció
imprevistamente un enjambre de mariposas de distintos colores.
La gente que se encontraban disfrutando de esa tarde
maravillosa, no salían del asombro, aparecían más mariposas, era como si un
designio celeste hubiera enviados ese regalo para los que se encontrábamos allí
Una sinfonía de colores se expandió por el parque. Era estar
en un lugar mágico. De pronto una mariposa, se posó en mi nariz, y me condujo a
una gruta, donde solo había mariposas naranja con negro, parecía un campo de
girasoles. Me sentía fascinado, viviendo en un lugar soñado.
Ella me acariciaba, me coqueteaba y me susurraba al oído sutiles melodías. No quería
salir de allí De repente la mariposa más grande me miró a los ojos fijamente y
se volteó seductoramente y me llevó a otra gruta, donde solo habían mariposas
azules, aquello era un mar primaveral. Súbitamente todas dejaron de volar y
apareciste tú: salida de un sobrero de un mago. Quede Petrificado, embelesado
con tu sonrisa ensoñadora. Tú la mariposa más hermosa que vino a enseñarme a
volar y soñar.