Lamentablemente, el suicidio, la prostitución, la drogadición, y el aumento de las enfermedades autos agresivas son las únicas armas que empuñán la niñez para combatir el inconformismo provocado por esta sociedad civilizada generadora de conflictos y enfermedades. Es notable el aumento de niños que padecen enfermedades de adultos, viven aburridos,melacólicos, depresivos, estresados y agresivos. No gozan con el juego, no tienen espacio para fantasear, soñar, volar, la cretividad no se desarrolla por todo lo anterior.
El mal uso de la tecnología tiene al niño postrado en la idiotez limitando su capacidad creativa. Se tiene conocimiento que muchos juegos electrónicos, han dejado más de cuatrocientos mil niños en Japón y Estados Unidos epilépticos y otros millones sometidos a tratamientos psiquiátricos y psicológico de por vida.Nefasto panorama vive el pelao de hoy en día manipulado también por un grupo de padres intolerantes, inquisidores, robadores de sueños que no respetan el espacio del niño, sometiéndolo a su enfermiza regidez de adultos. Le enseña la competitividad, ser el número uno cueste lo que cueste, no tienen encuenta sus ideales; proyectan a sus hijos como una mercancía o máquina del más alto nivel productivo, se adueñan del proyecto vital del menor, diseñan su futuro como si fueran robots, con lo cual los infantes crecen sin identidad propia y pierden su referencial.
Los niños de hoy reprimen su expansión, la primavera, no son como esos caballos desbocados que corren como el viento sin encontrar paradero. No es el inventor de castillos y cazador de estrella, es un ser solitario, triste y aburrido; tiene todo pero no tiene afecto, amor. si miramos los titulares de prensa a diarios leemos como aumenta la violación de los derechos del niño, maltrato intra familiar, incremento de explotación sexual infantil. Según la Interpol, la ruta del tráfico de menores para la prostitución es América Latina como fuente de suministro para Europa y el Medio Oriente. Este negocio incluye modalidades como la prostitución infantil, pornografía y turismo sexual. En Colombia, según estadística de la Fiscalía General de la Nación, se estima que cuarenta mil pelaos viven de la prostitución.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) más de 120. millones entre los 5 y 14 años de edad trabajan en el mundo en condiciones infrahumanas y un gran porcentaje de ellos está en América; Africa y Asia. En nuestro país la cifra es de 2.5 millones de menores entre los 5 y 16 años.
En la actualidad se estima que un cuarto de millón de chicos participan en 32 conflictos armados provocando millares de muertos y otros miles quedan mutilados, vilolados y afectados emocionalmente por las secuelas de la guerra. Los que no van a combatir son comprados por los países ricos, hasta por 350 dólares, donde lo explotan degradantemente, situación cruel, abominable que revive el comercio ilegal de los niños esclavos, provenientes de Africa Occidental. Según denucia de la UNICEF cada año cerca de 200 mil menores entre los 5 y 14 años son esclavizados.Ante tal situación, el niño permanece agobiado, desprotegido e inerme, sin instrumento para liberarse de esta peste. es urgente ponernos en pie de alerta para evitar que esta especie acelere su extinción.
En primer lugar, los adultos deberemos recuperar ese niño interior que vive en la inocencia y en el asombro permanente. los pelaos permanecen en un estado de admiración indeleble; para ellos, el milagro lo vivencia en cada instante, lo simple lo transforma en grandeza y sus sentires desconocen el odio, el rencor no lo depositan en sus corazones. No luchan para acumular, no le interesa la rentabilidad.
Los pelao son los auténticos revolucionarios que no combaten,, no juzgan, ni condena; viven en el frenesís del amor y la entrega. Los adultos deberíamos recuperar la misión de guía, de custodios que nos dio la divinidad para que los niños desarrollen sus virtudes y sueños sin imposiciones. No debemos ser las represas enfermantes que los han llevado al agobio y el desespero. "No despertar de ser niño" debe ser la consigna, vivir en el juego gozoso , creando bombas de alegría , sin normas y reglas acartonadas; ellos nos sirven de inspiración permanente. Jorge Luis Borge, decía: Los niños desconocen la sucesión, habitan el liviano presente, ignora el deber de la esperazan y la gravedad del recuerdo. Viven en la más pura actualidad, casi en la eternidad.
